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Aprenda sobre los fundamentos de la donación de alimentos y el trueque en una granja con fines de lucro.
Las granjas lucrativas, a menudo, donan productos del campo, carne y otros productos agrícolas a organizaciones y miembros de la comunidad. Estos esfuerzos podrían ser raros o una parte de las operaciones comerciales habituales. De cualquier manera, podría haber un beneficio impositivo disponible para las empresas con fines de lucro, que hacen donaciones grandes o frecuentes de alimentos, que pueden ayudar a mantener tanto el negocio como sus ofrecimientos de caridad.
Jovan conoce a un cliente del mercado agrícola, que no puede costear la compra de productos frescos suficientes para alimentar a su familia. Jovan decide donar un surtido de productos agrícolas a esta familia todas las semanas. Jovan hace esto como un gesto de buena voluntad, pero se pregunta, si hay algún requisito de documentación o beneficios de los que él debiera estar informado, en esta situación.
Una buena práctica para los agricultores es contabilizar todas y cada una de las transacciones en los libros contables, incluso las donaciones no monetarias, como los productos agrícolas y la carne gratis. El seguimiento de las ventas y la producción es importante para la gestión general del negocio, pero puede tener otros beneficios. El seguimiento de las transacciones tanto monetarias como no monetarias ayudan a administrar el inventario y las ganancias y si es idóneo, proporciona una base para una deducción fiscal.
Cuando Jovan hace una donación de productos agrícolas, puede seguir las mejores prácticas y anotar la cantidad y el valor de esa donación.
Sin embargo, la donación a una persona no es deducible de impuestos. Para obtener el beneficio de una deducción de impuestos, la donación debe ser a una organización calificada 501(c)(3). Esta estructura fomenta la donación indirecta, en lugar de la dádiva cara a cara. Los agricultores que quieren donar, pero también quieren aprovechar la deducción de impuestos por la cantidad que están donando, tienen que donar a organizaciones exentas de impuestos y mandar a todas las personas, que quieran ayudar, a esas organizaciones.
Si bien Jovan es capaz de administrar el inventario mediante un seguimiento de lo que le dona al cliente necesitado, esa donación es a una persona y, por lo tanto, no es deducible de impuestos.
Las granjas con fines de lucro, que deseen hacer donaciones deducibles de impuestos deben asegurarse de tener en cuenta el valor de los productos agrícolas, carnes, hierbas, etc. donados a una organización sin fines de lucro, como un banco de alimentos o un programa extracurricular. Mientras que algunas granjas hacen donaciones regulares planificadas, otras podrían donar lo sobra de las ventas del mercado de los agricultores. Algunos mercados de agricultores tienen un stand para una organización sin fines de lucro dedicada a la recolección de alimentos. Después del mercado, estas organizaciones recolectan donaciones de los productos sobrantes para sus programas de distribución de alimentos y pueden proporcionar un recibo. Si su mercado tiene este tipo de organización y es una organización sin fines de lucro 501(c)3, entonces estas donaciones podrían brindarle un beneficio de vuelta, a la granja. Si realiza un seguimiento del valor de los productos agrícolas donados, puede seleccionar ese valor como una donación deducible de impuestos.
Jovan puede donar productos a una organización sin fines de lucro y al registrar el valor de esa donación, es elegible para una deducción de impuestos, por esa cantidad.
Umbrales importantes: Si un agricultor da dinero en efectivo o propiedades, como productos agrícolas, a una organización benéfica, que exceda los 250 USD de valor, el granjero necesitará que la organización reconozca el regalo por escrito para los fines tributarios. Una deducción caritativa no monetaria de 500 USD o más requiere que el agricultor complete el Formulario 8283 del Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés). Es probable que ninguno de estos, ocurra de manera informal en el mercado de los agricultores, pero es importante tener presente estos umbrales para donaciones más grandes para que pueda estar seguro de obtener el beneficio impositivo.
El trueque es otra práctica común entre los agricultores y al finalizar el mercado agrario. Un ganadero podría intercambiar un porcentaje de la carne por un porcentaje de verduras de su vecino, productor de cultivos especializados. O un panadero podría cambiar los panes no vendidos por algo de lechuga y col rizada después de un mercado del sábado. De esta manera, los agricultores pueden intercambiar el exceso de inventario o brindar servicios especializados y conservar su efectivo para otros usos. ¿Existen normas fiscales y regulatorias en torno a este tipo de comportamiento?
¡La respuesta corta es sí! Aunque el trueque es la forma más antigua de comerciar, nuestro moderno sistema de regulación, todavía reclama las ganancias de trueque. Si intercambia servicios o bienes con otro negocio, la transacción resulta en ingresos imponibles para ambas partes. Por otro lado, el trueque no incluye los acuerdos de forma no comercial, tales como una cooperativa de cuidado infantil administrada por padres del vecindario. Pero nos estamos enfocando en el intercambio de bienes y servicios entre negocios comerciales, que a los ojos del Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) es un ingreso imponible. No declarar las transacciones de trueque se considera evasión fiscal, al igual que lo haría con las transacciones habituales.
Entonces, ¿Cómo sabes cuál es el costo del ingreso imponible de tu trueque? A los bienes o servicios se les debe asignar un valor justo de mercado. Este valor justo de mercado podría ser el que normalmente cobraría un agricultor por los bienes o servicios, objeto de trueque, o las empresas podrían acordar un valor por adelantado. En general, cualquiera de las tácticas proporcionaría un aceptable valor justo de mercado.
Consideremos un ejemplo:
¿Cómo determinas el valor justo de mercado?
Aliyah podría valorar sus servicios por hora. Ella quiere ser compensada a una tarifa por hora más alta de lo que ella puede pagarse en su granja, porque no solo están trabajando en la granja de Ben, sino que Aliyah está demostrando y enseñándole a Ben sobre la construcción de parterres de labranza cero. Utilizan herramientas manuales para construir, enmendar y finalmente plantar los parterres. En definitiva, el trabajo dura dos días completos. A 30 dólares por hora, a Aliyah se le deben 480 dólares por la construcción dos parterres y por los servicios educativos. Ben normalmente cobra 500 dólares por viajar con su tractor y desbrozar varios acres, pero le da a Aliyah un pequeño descuento para que el intercambio sea igual. Ambos coinciden en que esta es una evaluación justa de los servicios que están comercializando. En ese caso, 480 dólares serían el valor justo de mercado para su comercio.
Para las personas que hacen trueque, los “ingresos” de estas transacciones se reportarán en el Anexo C o F, el formulario de Pérdidas o Ganancias del Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés).
Hay una manera aún más formal de participar en el trueque y es a través de una permuta del trueque, a veces conocido como un club de trueque. Es una organización cuyos miembros se contratan entre sí (o con el propio club de trueque) para intercambiar propiedades o servicios. Estos podrían ser locales o generalizados, ya que Internet ha ayudado a aumentar el alcance de las posibilidades de trueque.
Estos intercambios a menudo utilizan un sistema de créditos para rastrear el ir y venir de los servicios o bienes comercializados. La permuta/club de trueque gestiona un mercado interno sin dinero, que le permite a los miembros intercambiar créditos entre sí. Por supuesto, aunque este es un mercado alternativo que no usa dinero, el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) todavía regula esta actividad. Y, dado que la configuración es más complicada que un intercambio de persona a persona, también lo son los impuestos.
Los clubes de trueque emiten el Formulario 1099-B del Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés), Ingresos de transacciones de corretaje y trueque a sus miembros. Aquí se reflejará el valor de los créditos, bienes y servicios que cada miembro mantuvo o utilizó durante el año. Los miembros tendrán que declarar este ingreso en sus declaraciones de impuestos personales (o en las declaraciones del negocio, si el este último es parte del intercambio). Tenga en cuenta que los créditos no utilizados declarados en un año se gravan ese año. Sin embargo, si se liquidan al año siguiente, el miembro no volverá a tributar por el valor de los servicios o propiedades, por los cuales liquidó los créditos.
Ya que el trueque es igual al dinero en efectivo en términos de responsabilidad impositiva y presentación de informes, no hay una ventaja fiscal obvia, que se pueda tener con el trueque. Los beneficios provienen del acto de trueque en sí mismo: los agricultores pueden obtener cosas sin tener que usar efectivo, lo que puede ser difícil de conseguir en ciertas épocas de la temporada.
Las pequeñas empresas locales hacen mucho para apoyar a una comunidad simplemente con su existencia. El aporte de alternativas locales a las grandes cadenas corporativas estimula la economía local, reduce las emisiones de carbono del transporte y los viajes y genera empleos para los miembros de su comunidad. Las pequeñas empresas crean una cultura que puede darle vida a una comunidad y brindarle al área un sentido de identidad más fuerte.
Más allá de estos beneficios, algunas pequeñas empresas continuarán con las retribuciones, de otras maneras, a sus comunidades. Algunos optan por hacer donaciones, cuyas consecuencias fiscales se tratan más arriba. Otros también podrían estar interesados en las oportunidades del marketing benéfico. Esto podría abarcar desde el patrocinio de un evento comunitario hasta el voluntariado para una limpieza comunitaria en la carretera.
Estos patrocinios o participación voluntaria contribuyen a la comunidad, pero además potencian el conocimiento de marca y demuestran los valores del negocio. La participación en la comunidad construye las relaciones con los clientes, las relaciones más importantes para un negocio. Si su negocio agrícola quiere patrocinar un evento o una organización benéfica con fines comerciales y de justicia social, habrá algunos gastos relacionados, que serían deducibles de impuestos. Cualquier gasto de comercialización (viajes, publicidad, refrigerios u otros suministros) calificaría.
Hay una tasa de kilometraje especializada para las donaciones caritativas. La tasa estándar de kilometraje del Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) para el 2024 para donaciones caritativas permanece en 14 centavos, lo que significa que puede deducir 14 centavos por kilómetro, cuando viaja para ayudar a una organización benéfica. Esa no es una gran deducción, pero, aun así, puede valer la pena registrarla y deducirla. Guarde los recibos de gasolina y haga un seguimiento del kilometraje para una mejor estimación el dinero, que ha gastado en los viajes para las donaciones caritativas.
Utilice esta lista de control para ver cuáles son las mejores prácticas para las donaciones, el trueque y la participación comunitaria, que están alineadas con sus objetivos comerciales:
Ahora que ha aprendido las mejores prácticas jurídicas para hacer el bien como una granja con fines de lucro, considere lo siguiente: